5/16/2013

Gobernemos desde abajo


  •  
Normalmente Josep Miró i Ardèvol no me gusta demasiado, no por lo que dice, que en casi todo estoy de acuerdo, sino por la forma, un poco clerical, que adopta. Pero este artículo sí me gustó. Es hora de que empecemos a gobernar desde abajo, aunque algunos no quieran soltar el poder. Todo se andará. Publicada en La Vanguardia el 13 de mayo 2013.

"Decía hace 21 días que había motivos para la esperanza encarnados en tantas familias que resisten acogiendo, compartiendo, superando lo adverso, y en la multitud de personas y entidades que practican la solidaridad. Pero con ser mucho no se agotan ahí nuestras fuerzas.
Sant Jordi es una fiesta excepcional. Se forma una atmósfera especial de celebración en torno a la rosa y el libro. Es un éxito cívico, cultural, y también comercial. La gente hace una cosa decisiva: compra. ¿De dónde surge este éxito? Primero, de una tradición –algo trasmitido, aceptado, y perfeccionado sin desvirtuar su sentido– de fe y cultura. Segundo, denota que existe una comunidad, porque sin ella no hay tradición. Tercero, de una comunidad fuerte como la de ese día, surgen las iniciativas de la sociedad, editoriales, librerías, productores e importadores de rosas, floristerías, entidades y grupos informales de todo tipo salen a la calle. Sant Jordi funciona porque se produce un alud de capital social, ese que sólo posee la comunidad. Pero ni el modelo económico ni la política de gobiernos y oposiciones son capaces de transformar familia, solidaridad, y comunidad, en resultados económicos. Prisioneros del individualismo; del estatismo, no saben qué hacer con aquellos bienes. Ese es el problema.

¿Qué lecciones podemos extraer? Primera, tomar nuestras vidas en nuestras propias manos, no como individuos aislados, no pensando en que los gobiernos resuelvan nuestros problemas. No lo harán. No saben cómo hacerlo. Ni los que ahora mandan, ni los que critican y ya mandaron. Segunda, empecemos a reconstruir las relaciones que hacen buena a una comunidad. Comencemos por los barrios y pueblos, por nuestras asociaciones, las empresas, buscando cómo cooperar y encarar soluciones. Fomentemos los vínculos, los de toda la vida como cooperativas y gremios. Innovemos construyendo nuevas y buenas relaciones, como plataformas que conecten la pequeña empresa y el pequeño ahorro en beneficio mutuo. Tercero, todo esto nos servirá para plantear lo que deben hacer los que mandan y apoyar los que se oponen. Encaremos al gobierno español, catalán, diputaciones, y grandes ayuntamientos, como el de Barcelona, con proyectos concretos nacidos de la comunidad. Empecemos a gobernar desde abajo construyendo la economía de comunidad. Esa es la respuesta."